Articulo:
¿De qué dependen la buena o la mala suerte? La respuesta ha ensayado incontables hipótesis especulativas, pero la ciencia actual sugiere soluciones sin varita mágica.
Mientras unos creen que cruzarse con un gato negro o pasar por debajo de una escalera les deparará fatales desenlaces, otros ven señal de buena fortuna al hallar un trébol de cuatro hojas, o confían en los beneficios de algún raro amuleto.
¡Tonterías! El futuro de cada cual depende de su voluntad y de actitudes propias. La buena suerte se labra con tesón en pos de metas que se han trazado.
Vale recordar este pensamiento del dramaturgo Jacinto Benavente: "Todos creen que tener talento es cuestión de suerte; nadie piensa que la suerte pueda ser cuestión de talento". Añada que el talento necesita cultivarse a diario para cautivar a la buena suerte.
El psicólogo Richard Wiseman coincide con Benavente, y tras mucho investigar afirma que dejar la suerte en manos de la superstición, cuando menos, es hacer el ridículo.
Pero en el mundo se hallan seres a quienes todo parece salirles bien gratuitamente, y a otros lo contrario. ¿Acaso existe eso que llaman azar? ¿Alguna fuerza desconocida predetermina el porvenir de los seres humanos? Wiseman sostiene en la revista Skeptical Inquirer, que a algunos les basta un instante de "mala suerte", para perder el fruto de años de trabajo y pisar el acelerador de las lamentaciones.
Puede ser un percance automovilístico, el azote de un huracán, o algo semejante, para que un individuo abra la puerta que da paso a la superstición.
Seguir hábitos supersticiosos puede acarrear gastos enormes a personas e instituciones, mientras que forzar a creyentes para que abandonen sus costumbres podría incluso provocarles trastornos psíquicos de consecuencias trágicas.
Estudiosos que ensayaron fórmulas tales como cruzarse con gatos de todos los colores, romper espejos, verter sal y muchas más, concluyeron que ninguno de los rituales influyó en el resultado de las pruebas realizadas.
¿Cómo se explica el éxito de los "afortunados"? Dice Wiseman que tales personas emplean una serie de estrategias, aun sin percatarse de ellas, porque poseen espíritu constructivo, son más abiertas y hábiles para crear oportunidades y seguir su intuición.
Estrés, preocupaciones y falta de concentración en objetivos a alcanzar, "atraen a la mala suerte". Pero quienes se concentran en lo que hacen o desean, "invitan a la fortuna".
Si observa a los afortunados comprobará que mantienen actitudes relajadas, dispuestas a aprovechar oportunidades, se guían a menudo por la intuición y se convencen de que la suerte se encuentra si se atiende al lado positivo de las cosas.
Especialistas recomiendan, además, dejar de lamentarse, escuchar la voz intuitiva de cada cual, romper la rutina, manteniendo una buena predisposición para "atraer a la buena suerte", así como dedicar unos instantes diarios a recordar los momentos positivos de la vida personal.
Por Roberto Pérez Betancourt*/ Servicio Especial de la AIN
hola Alicia!!! mi primera visita en tu blog!! bienvenida a la blogsfera dirian x ahi jaja.
ResponderEliminarHey tema filosofico????? me suena a Doris molestandome ¬¬ jaja
suerte con tu blog, ahi me pones link y yo te pongo jaja
bye
Uy no chapu tan interesado jajaja, pero igual ya te puse en mi lista de blogs jaja
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